NUEVA YORK (WINS NOTICIAS) - Un cirujano de Nueva York fue condenado el jueves a tres años de prisión por su participación en una trama de seguros de "tropiezos y caídas" en la que realizaba operaciones de espalda totalmente innecesarias a personas sin hogar.
El Dr. Sady Ribeiro, de 72 años, y su cómplice Adrian Alexander, de 75, reclutaban a indigentes y drogadictos desesperados por conseguir dinero para fingir o mentir sobre accidentes en los que el "paciente" tropezaba.
Alexander, que dirigía una empresa de financiación de litigios, organizaba entonces una demanda contra las empresas en las que había tenido lugar el falso accidente.
Más de 400 "pacientes" participaron en esta estafa, con la que los conspiradores ganaron más de 31 millones de dólares.
Se ordenaba a los "pacientes" que se sometieran a una o dos intervenciones quirúrgicas, por las que normalmente se les pagaba entre $1,000 y $1,500 dólares.
Se cree que Ribeiro realizó operaciones innecesarias de espalda y otros procedimientos médicos a casi 200 personas.
Las empresas de financiación de litigios que apoyaban la estafa solían fijar tipos de interés tan altos que los "pacientes" no recibían nada de lo recaudado en las demandas que prosperaban.
En una carta de agosto de 2015 a Alexander, Ribeiro dijo: "Voy a jugar un 'juego' muy honesto con usted... Veo al paciente y genero un muy buen dictado que justifique el tratamiento - hay un costo para eso y espero una ganancia."
"Sady Ribeiro abusó de su licencia profesional y rompió su voto de no hacer daño al realizar decenas de cirugías médicamente innecesarias e invasivas para aumentar el valor de las demandas fraudulentas por tropiezos y caídas", dijo el fiscal federal Damian Williams. "Al llevar a cabo el esquema, Ribeiro y sus co-conspiradores se aprovecharon de los miembros más vulnerables de la sociedad - muchos de los cuales eran pobres, drogadictos o sin hogar - con el fin de enriquecerse."
Alexander se declaró culpable de conspiración para cometer fraude postal y conspiración para cometer fraude electrónico a finales de agosto, y Ribeiro se declaró culpable de los mismos cargos en septiembre.
Además de la condena de tres años, el juez ordenó que Ribeiro cumpliera tres años de libertad vigilada.
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