
· Aplica hielo en la zona
Su aplicación provoca que llegue menos sangre a la zona dolorida y, por lo tanto, duela menos.
Para aplicar el hielo puedes utilizar cualquier cosa congelada; desde una bolsa de guisantes hasta cubitos de hielo.
· Enjuagues de agua con sal
La sal tiene un poder antibacteriano muy alto, por lo que siempre que se trate de una infección, ayudará a disminuir la carga bacteriana.
Basta con mezclar una cucharadita de postre con sal en un vaso de agua tibia y enjuagarse con la mezcla.
· Té verde y té negro
El té verde y el té negro tienen propiedades analgésicas que conseguirán disminuir el dolor.
En ambos casos, basta con hervir una bolsita del té adecuado, dejarla enfriar hasta que esté tibia y aplicarla, por el interior de la boca, en el lugar en el que se producen las molestias.
· Masticar perejil
Basta con masticar unas hojitas de perejil fresco (nunca seco, pues puede producir heridas o quedarse atascado) durante unos minutos y enjuagar después para asegurarnos de que no queda ningún resto que pueda empeorar el problema.
· Infusiones de tomillo
Para aplicarlo, es necesario hervir una taza de agua con tomillo a modo de infusión, dejar enfriar y enjuagar con la mezcla.
· Pasta de clavo
El clavo contiene un componente llamado eugenol, que tiene altas propiedades analgésicas.
Para aprovecharlo de la mejor manera y poder aplicarlo sobre una zona de la boca, deberás ablandarlo con agua y después amasarlo hasta crear una pasta, que podrás aplicar directamente sobre el área a tratar.
· Pasta de ajo
Solo es necesario machacar un diente de ajo y colocar la pasta resultante sobre la zona en la que se produce el dolor.