Banano:
Si tu dieta incluye la cantidad suficiente de potasio puedes combatir la deshidratación y los tirones musculares en mitad del entrenamiento, afirma Rizzo. “Aunque todavía no está claro si el potasio ayuda a prevenir el dolor muscular, está claro que ayuda con la deshidratación después del ejercicio que puede provocar graves tirones musculares después del entrenamiento”, añade.
La mayoría de los estadounidenses no toma la cantidad recomendada de 3500 mg de potasio al día, por lo que es imprescindible incluir alimentos ricos en potasio (como el plátano) en la dieta.
Agua caliente y frias:
Una forma muy buena de aliviar los músculos doloridos es alternar entre temperaturas calientes y frías, algo que puedes hacer fácilmente en la ducha. Además, te puede ayudar a relajarte para prevenir el insomnio por los dolores
“Este tipo de duchas de contraste, en las que puedes alternar entre el agua más caliente que puedas durante 20-30 segundos y el agua más fría que puedas durante otros 20-30 segundos”, te ayudará a combatir la tensión y mejorar el flujo sanguíneo, dice el director de fitness de Structure House™, Dustin Raymer, dietista y entrenador personal.
Agua con sal:
La Epsom es beneficiosa para curar el dolor muscular. “La sal Epsom alivia los tirones y dolores musculares, la inflamación, el dolor y la irritación, relaja el cuerpo y aumenta el flujo sanguíneo por el cuerpo”. Magnesio es un relajante muscular natural en forma de sal, que saca el exceso de agua y ácido láctico de los tejidos dañados.
Quédate dentro al menos 15-20 minutos y repite hasta 3 veces a la semana. No obstante, los baños de sal Epson no están recomendados para personas con enfermedades del corazón, presión alta o diabetes.