
Al gobierno local de la ciudad universitaria de Lund, en Suecia, se le ocurrió la grandiosa idea de arrojar una tonelada de estiércol de pollo en su parque central, para disuadir a los 30 mil residentes a salir de sus casas y reunirse en el parque para realizar todo tipo de conmemoraciones en honor a la “Noche de Walpurgis”. oficiales dijeron que: “al fertilizar el césped, éste desprende un mal olor, por lo que no es tan buena idea sentarse a beber cerveza en el lugar”.