ANKARA, Turquía (AP) — Funcionarios de Pakistán y Afganistán regresaron a Turquía el jueves para una tercera ronda crucial de conversaciones que buscan garantizar la paz a lo largo de la frontera que comparten, según la prensa estatal de Islamabad y Kabul.
Los letales enfrentamientos fronterizos que estallaron el mes pasado dejaron decenas de muertos, incluyendo soldados, civiles y supuestos insurgentes, además de cientos de heridos en ambos lados.
Los choques comenzaron tras explosiones registradas en Kabul el 9 de octubre, que el gobierno del Talibán atribuyó a Pakistán y prometió vengar. La violencia solo se detuvo después de que Qatar mediara un alto el fuego el 19 de octubre, que sigue vigente.
La relación entre las naciones vecinas se ha deteriorado en los últimos años, con Islamabad acusando al gobierno talibán de hacer la vista gorda ante los insurgentes paquistaníes que lanzan ataques transfronterizos y perpetran bombardeos y tiroteos en Pakistán. Kabul niega las acusaciones y apunta que no permite que nadie use suelo afgano para lanzar ofensivas contra ningún país, incluido Pakistán.
La cadena afgana RTA y la televisora estatal de Pakistán reportaron que las dos partes se reunían en Estambul. La prensa paquistaní dijo que las conversaciones se llevarán a cabo en presencia de mediadores.
En la víspera, el ministro paquistaní de Defensa, Khawaja Mohammad Asif, indicó que una delegación gubernamental viajó a Estambul para participar en la tercera ronda del diálogo con uno punto en su agenda: garantizar que no se use el territorio afgano para ataques dentro de Pakistán.
En Kabul, el portavoz del gobierno, Zabihullah Mujahid, dijo a RTA que la delegación afgana está encabezada por Abdul Haq Wasiq, director de inteligencia. La paquistaní, agregó, está liderada por el teniente general Asim Malik, jefe de espionaje y asesor de seguridad nacional de Pakistán, aunque Islamabad, de acuerdo con su política, no ha identificado a sus representantes.
Qatar y Turquía están facilitando el diálogo para evitar un conflicto en una región donde grupos insurgentes como Al Qaeda o Estado Islámico, entre otros, están tratando de resurgir.
A pesar del alto el fuego, los principales cruces fronterizos entre Pakistán y Afganistán permanecen cerrados al comercio y al paso de civiles. Los pasos se cerraron el 12 de octubre, aunque Pakistán reabrió parcialmente dos de ellos para permitir que los refugiados afganos regresen a sus casas.
El Ministerio de Exteriores de Pakistán dijo la semana pasada que la reapertura con fines comerciales y para viajes dependerá de que haya mejoras en la seguridad a lo largo de la frontera, que se cerró luego de ataques a convoyes comerciales desde el lado afgano.
Pakistán ha registrado un importante repunte de la violencia insurgente en los últimos meses. La mayoría de los ataques han sido reivindicados por los talibanes paquistaníes, conocidos como Tehrik-e-Taliban Pakistan o TTP, grupo que ha sido catalogado como terrorista por Naciones Unidas y Estados Unidos.
TTP es un grupo independiente aunque estrechamente aliado al Talibán afgano. Se cree que muchos de sus líderes y combatientes se refugian en Afganistán desde el regreso de los talibanes al poder en 2021. Eso ha tensado aún más los lazos entre Islamabad y Kabul, y el ejército de Pakistán dijo recientemente que atacó escondites del TTP en Afganistán tras una serie de atentados mortales contra las fuerzas de seguridad y civiles en el país.
En 2022, Kabul había mediado en un breve alto el fuego entre el TTP y las autoridades paquistaníes, pero los talibanes paquistaníes dieron por finalizada unilateralmente la tregua, acusando al ejército de violarla. Desde entonces, Islamabad ha dicho que no dialogará con el TTP y exigió a Kabul que entregue a los miembros del grupo si no puede controlarlos.
___
Ahmed informó desde Islamabad. La periodista de The Associated Press Elena Becatoros en Atenas contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.