LAGOS, Nigeria (AP) — Conservacionistas y estudiantes aplaudieron cuando tres tortugas marinas rescatadas, en peligro de extinción en esta parte del mundo, regresaron al océano en una playa privada en Lagos, el centro económico de Nigeria.
Los animales fueron liberados de nuevo al océano semanas después de haber sido rescatados de pescadores, convirtiéndose en los últimos ejemplares de las docenas de tortugas marinas salvadas por la Iniciativa de Conservación de la Vida Salvaje Greenfingers en los últimos años. Este grupo regresó al mar el fin de semana pasado.
“Para los pescadores, son solo comida", afirmó Chinedu Mogbo, fundador de Greenfingers, a The Associated Press. "No hay ningún conocimiento sobre la vida salvaje".
Las tortugas marinas, conocidas por desempeñar un papel fundamental en el ecosistema marino, están en peligro de extinción alrededor de Lagos, una ciudad costera de más de 20 millones de habitantes. No hay cifras sobre cuántos ejemplares quedan en esas aguas, pero conservacionistas como Mogbo hablan de un alarmante descenso en el número que llega a la costa para poner huevos.
Especies en peligro en Nigeria
Nigeria, hogar de una abundante fauna salvaje, cuenta con 23 “especies en peligro crítico”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La nación de África Occidental es también un centro de tráfico ilegal de animales salvajes, algo que, según los expertos, se ve impulsado por las presiones del crecimiento demográfico y la falta de concienciación sobre los animales.
“La fauna salvaje en peligro de extinción en Nigeria enfrenta una amenaza grave y continua, acercándose al límite de un colapso irreversible de la biodiversidad”, dijo Mark Ofua, representante de Wild Africa para la región.
Esfuerzos de conservación dan resultados
Las maltratadas tortugas marinas rescatadas por Mogbo y su equipo fueron atendidas en un santuario para fauna salvaje amenazada en Lagos antes de ser devueltas al océano.
“Hemos liberado tortugas y las hemos vuelto a encontrar capturadas después de seis meses, y los pescadores nos avisaron de esto", indicó Mogbo. "Eso, para mí, es un giro positivo”.
Los incentivos a los pescadores han ayudado, reconoció. Son recompensados con equipos de pesca si alertan a los conservacionistas cuando sus redes atrapan una tortuga marina o si encuentran nidos en la costa.
Mientras las tres tortugas desaparecían en el agua, un grupo de estudiantes observaba con admiración.
“Para mí es muy especial porque me apasiona la rehabilitación y conservación de la vida salvaje”, contó Aviel Izedonmi, uno de los estudiantes presentes. "Ver algo así en Nigeria, donde es poco común, solo me demuestra lo importantes que son estas cosas".
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.