 
      
  Las seis personas que murieron en una granja lechera de Colorado en agosto pasado estuvieron expuestas a gas de sulfuro de hidrógeno, informaron las autoridades el jueves.
La oficina del forense del condado de Weld llegó a sus conclusiones a partir de necropsias y pruebas toxicológicas.
La muerte de cinco hombres y un adolescente el pasado 20 de agosto conmocionó a las comunidades rurales en las inmediaciones de Keenesburg, a 55 kilómetros (35 millas) al noreste de Denver, donde los equipos de emergencia tuvieron que ingresar a un espacio confinado para recuperar los cuerpos. Las autoridades habían expresado inmediatamente su sospecha de que las muertes estaban relacionadas con la exposición a gases nocivos.
Los hallazgos del forense formarán parte de una investigación de las autoridades federales de seguridad y salud en el trabajo para determinar qué fue lo que sucedió en la granja lechera industrial propiedad de Prospect Ranch, así como el papel de un contratista de equipos de lechería.
Los reportes de autopsia no revelaron indicios sobre las circunstancias de las muertes, limitándose a describir un accidente industrial en un espacio confinado en una granja lechera.
¿Qué pasó?
Los operadores de la granja y las autoridades federales de seguridad en el trabajo han dicho poco sobre lo que salió mal.
Los peligros de los espacios confinados en granjas y lecherías son una persistente y bien conocida causa de muerte en la industria agrícola en todo Estados Unidos --a menudo por exposición a gases nocivos inodoros e incoloros, o por asfixia debido a la falta de oxígeno en espacios cerrados.
Todos los fallecidos en la granja lechera de Colorado eran latinos de entre 17 y 50 años de edad. Cuatro de ellos, incluido un adolescente que cursaba la escuela secundaria, eran miembros de la misma familia extendida.
A medida que se difundía la noticia de las muertes, los miembros de la comunidad organizaron recaudaciones de fondos, incluyendo un baile, cortes de cabello y un lavado de autos para beneficiar a los familiares de las víctimas. Muchas iglesias locales organizaron conmemoraciones en un recinto local de Keenesburg a principios de septiembre.
"La gente está en shock. Todos en la comunidad ganadera y lechera saben que es un trabajo difícil y arduo y que hay accidentes", señaló el reverendo Thomas Kuffel, sacerdote en iglesias católicas, incluida la Sagrada Familia en Keenesburg. "Pero esto es muy ajeno para ellos, debido que este tipo de accidentes suele involucrar a una o dos personas".
Las víctimas
Rescatistas de un distrito de bomberos rural en el condado de Weld fueron enviados a Prospect Ranch a eso de las 6 de la tarde del 20 de agosto y tomaron sus propias precauciones antes de ingresar a un espacio confinado.
Alejandro Espinoza Cruz, residente de Nunn, fue encontrado sin vida junto a sus hijos Oscar Espinoza Leos, de 17 años, y Carlos Espinoza Prado, de 29.
Los Espinoza están relacionados por matrimonio con otro de los fallecidos: Jorge Sánchez Peña, de 36 años, indicó Jolene Weiner, subdirectora del servicio forense del condado de Weld.
Los otros dos fallecidos, Ricardo Gómez Galván, de 40 años, y Noé Montañez Casañas, de 32, vivían en Keenesburg. Los restos de Montañez Casañas, un veterinario que trabajaba con una visa estadounidense, fueron repatriados al estado de Hidalgo, en el centro de México, indicó el consulado mexicano en Denver. No se pudo contactar de momento a los familiares de los fallecidos.
Los riesgos de los espacios confinados
Los silos que almacenan granos y alimento son algunos de los espacios confinados más peligrosos en una granja, debido a la liberación de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno por la fermentación del forraje para alimentar ganado, según William Field, profesor de la Universidad de Purdue que compila informes anuales sobre lesiones y muertes.
El siguiente grupo más riesgoso está relacionado con el manejo y almacenamiento de estiércol, que también incluye peligros por gases nocivos. A medida que el estiércol se descompone, libera gases tóxicos que pueden reemplazar el oxígeno disponible con dióxido de carbono, metano, amoníaco y sulfuro de hidrógeno.
El sulfuro de hidrógeno es un gas altamente tóxico que tiene un olor a azufre, similar a los huevos podridos.
Después de cierta exposición, las personas pueden perder rápidamente la capacidad para percibir su olor aunque siga presente debido a la "fatiga olfativa". En altas concentraciones, la capacidad para percibir el olor del gas puede perderse instantáneamente, según la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA por sus siglas en inglés).
Las precauciones de seguridad comprobadas incluyen el acceso a un dispositivo respiratorio autónomo con un suministro de oxígeno, así como la planeación y capacitación en respuesta a emergencias, dijo Field.
"Es importante tener un plan de acción de emergencias que elimine los efectos en cascada, de modo que si hay una persona inconsciente, no ingrese otra sin saber que hacer", expresó.
¿Qué medidas de supervisión laboral había?
La OSHA puede tardar hasta seis meses o más en completar una investigación sobre fallecimientos en un lugar de trabajo y generalmente se enfoca en identificar las causas de origen.
La agencia ya inició inspecciones e investigaciones en Prospect Ranch, así como en Fiske Electric, cuya subsidiaria High Plains Robotics da servicio a equipos de lechería y contrató a algunos de los fallecidos. De momento no se pudo contactar a Prospect Ranch para obtener comentarios, y Fiske Electric no respondió a correos electrónicos y mensajes telefónicos.
El progreso de las investigaciones no está claro. Los representantes locales, regionales y federales de la OSHA no respondieron de momento a llamadas telefónicas y correos electrónicos. Las respuestas automáticas indicaban que no había nadie disponible para responder por el cierre del gobierno federal.
No está claro si Espinoza Leos, el adolescente, fue asignado específicamente a trabajos peligrosos, aunque no sería algo inusual ni estaría prohibido por la ley. Las regulaciones federales permiten que jóvenes incluso de 16 años realicen trabajos peligrosos en la industria agrícola, mientras que en otras industrias la edad mínima es de 18 años, de acuerdo con lo establecido en las disposiciones de trabajo infantil de la Ley de Normas Justas de Trabajo.
Renée Anthony, ingeniera ambiental y directora del Great Plains Center for Agricultural Health en la Universidad de Iowa, dijo que las regulaciones federales omiten estándares detallados para la seguridad en espacios confinados en el sector agrícola incluso donde se requieren permisos.
Aun así, Anthony dijo que todos los sectores industriales, incluida el agrícola, están obligados por la ley federal a mantener los lugares de trabajo libres de riesgos reconocidos que puedan causar la muerte o lesiones graves.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.