
KIEV, Ucrania (AP) — El suministro eléctrico externo de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, que está ocupada por fuerzas rusas desde hace casi cuatro años, se está restableciendo tras un mes interrumpido, dijeron las autoridades el jueves.
La ministra de Energía, Svitlana Grynchuk, afirmó que la línea de transmisión Dniprovska, de 750 kilovoltios, que conecta la central ocupada por Rusia con el tendido eléctrico local, ha sido reparada, mientras que los trabajos en la línea de respaldo Ferosplavna, de 330 kilovoltios y que atraviesa áreas controladas por las tropas de Moscú, continuaban.
El Organismo Internacional de Energía Atómica dijo que las reparaciones en la mayor central nuclear de Europa se llevaron a cabo bajo un alto el fuego en la zona. El restablecimiento del suministro eléctrico externo es "un paso clave para la seguridad nuclear", agregó la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas.
Las fuerzas del Kremlin y de Kiev establecieron zonas especiales de alto el fuego para facilitar que las obras se realizasen de forma segura, en un inusual caso de cooperación.
“Ambas partes colaboraron de forma constructiva con el OIEA para permitir que el complejo plan de reparación avanzara”, dijo Rafael Grossi, director general de la agencia, en un comunicado.
Grynchuk indicó que los operarios ucranianos han reparado las líneas eléctricas de la planta 42 veces desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Desde entonces, la central perdió el suministro externo y tuvo que recurrir a generadores diésel de emergencia en 10 ocasiones.
La planta de Zaporiyia ha estado operando con generadores diésel de respaldo desde el 23 de septiembre, cuando quedó cortada la última línea de suministro externo en ataques de los que Rusia y Ucrania se culpan mutuamente.
La central está en una zona controlada por Rusia desde el inicio de la invasión y no está operativa, pero necesita una fuente de energía fiable para enfriar sus seis reactores apagados y el combustible gastado, para evitar un posible incidente nuclear catastrófico.
Grossi señaló el sábado que los generadores diésel de emergencia se diseñaron para ser la ”última línea de defensa” para ayudar a las centrales a enfriar sus reactores, pero que su uso ahora era "algo demasiado habitual”.
"Mientras este devastador conflicto continúe, la seguridad y la protección nuclear permanecen bajo una amenaza severa. Hoy tuvimos algunas noticias positivas poco habituales para reportar, pero aún estamos lejos de estar fuera de peligro", manifestó Grossi.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.