
NUEVA YORK (WINS NOTICIAS) -- Un hombre fue acusado por presuntamente herir repetidamente a su hembra de Boston Terrier de 10 semanas de edad hasta el punto de que la cachorra no podía caminar o estar de pie y, finalmente, tuvo que ser sometida a eutanasia, anunció el martes la fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz.

Paul Verite fue acusado de crueldad agravada contra los animales y de conducir en exceso, torturar y herir a los animales y no proporcionarles sustento.
Según los cargos, en múltiples ocasiones en septiembre, octubre y noviembre, Verite llevó a su perra Espy al Austin Veterinary Care y al Blue Pearl Animal Hospital, donde requirió tratamiento por una serie de lesiones inexplicables y sospechosas, como hemorragia escleral/subconjuntival, uña de la pata desgarrada, presunta lesión cerebral traumática, contusión craneal y hematomas que se sospechaba que eran por traumatismo por objeto contundente.
Durante la última visita médica de Espy, un veterinario de Austin Veterinary Care empezó a tratar a la perra por un posible ataque, pero observó que el perro no respondía al tratamiento. Sospechando que Espy sufría un traumatismo craneoencefálico atraumático, el veterinario remitió a Verite al Blue Pearl Animal Hospital para que recibiera atención de urgencia.
Espy llegó al Blue Pearl Animal Hospital en estado crítico y se determinó que no podía ponerse de pie ni caminar.
Un examen más detallado reveló que Espy padecía tórax en flecha bilateral, hinchazón y hematomas en el abdomen y hemorragia escleral en ambos ojos, y que se encontraba en estado crítico.
Se determinó además que no había garantías de que los signos neurológicos de Espy mejoraran si se practicaba una intervención quirúrgica y Verite optó por practicarle la eutanasia.
Un veterinario forense realizó una necropsia y revisó los historiales médicos anteriores relacionados con las lesiones que Espy había sufrido en vida. Se determinó que Espy sufría múltiples lesiones, incluidos múltiples traumatismos por objeto contundente en las costillas.
Según las autoridades, 21 de las 26 costillas de Espy estaban fracturadas, y más de la mitad lo estaban en más de un sitio.
Las costillas rotas de Espy se encontraban en distintas fases de curación, lo que indica que había sufrido múltiples traumatismos contusos antes de morir. Estas lesiones causaron a Espy dolores insoportables antes de su muerte.
El juez ordenó a Verite que volviera a comparecer ante el tribunal el 24 de abril. Si es declarado culpable, se enfrenta a una pena de hasta dos años de prisión.
"Ver a una criatura confiada e indefensa maltratada de la forma en que fue maltratada esta perrita a lo largo de su corta y torturada vida te pone los pelos de punta", dijo el fiscal Katz. "El acusado tendrá que rendir cuentas por la violencia que presuntamente infligió a este pobre animal".