
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Qatar llevó a cabo el lunes una cumbre de naciones árabes e islámicas con la esperanza de presentar una respuesta unida al ataque de Israel contra negociadores de Hamás la semana pasada en Doha. Sin embargo, los líderes ofrecieron diferentes puntos de vista sobre qué hacer, y el grupo acordó emprender acciones mínimas.
Israel, que lanzó su invasión contra Gaza en respuesta al ataque de Hamás de octubre de 2023, ha tomado represalias contra el grupo armado y otros miembros del llamado Eje de la Resistencia, como Irán, Líbano, Siria, Yemen y ahora Qatar. Eso ha provocado una indignación generalizada entre las naciones de Oriente Medio, ya enfurecidas por las muertes de más de 64.000 palestinos por la guerra en Gaza, y se ha sumado a la creciente preocupación de que el compromiso de Washington de proteger a los Estados árabes del Golfo Pérsico puede no ser lo suficientemente fuerte.
Sin embargo, las diferencias entre las naciones probablemente atenuaron cualquier intento de cooperación.
Las condenas provinieron de países que Israel considera enemigos, como Irán. Mientras tanto, las naciones que tienen acuerdos de reconocimiento diplomático con Israel se mostraron reacias a romper esos lazos. El lunes se cumplió el quinto aniversario de la firma de los Acuerdos de Abraham por parte de Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, un pacto que marcó su reconocimiento formal de Israel.
“Las condenas no detendrán los misiles. Las declaraciones no liberarán Palestina”, dijo el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim. “Deben implementarse acciones severas y punitivas”.
Gobernante de Qatar pronuncia un ardoroso discurso
El emir de Qatar inició la cumbre acusando a Israel de no preocuparse por sus rehenes en Gaza y de más bien trabajar para “garantizar que Gaza deje de ser habitable”. Israel ha dicho que los objetivos de su guerra incluyen traer de vuelta a todos los rehenes y derrotar a Hamás.
“Si Israel desea asesinar a los líderes de Hamás, ¿entonces por qué participa en negociaciones?”, preguntó el jeque Tamim bin Hamad Al Thani. “Si desean insistir en la liberación de rehenes, ¿entonces por qué asesinan a todos los negociadores?”.
El discurso fue inusualmente encendido para el gobernante qatarí, de 45 años, que se ha desempeñado como mediador clave en las conversaciones de alto el fuego.
“No hay lugar para tratar con una parte tan cobarde y traicionera”, agregó. “Quienes trabajan constantemente para asesinar a la otra parte en estas negociaciones ciertamente harán todo para asegurarse de que fracasen. Mienten cuando afirman que buscan la liberación de rehenes”.
El jeque Tamim también denunció a Israel por lo que describió como el “genocidio” que comete en Gaza, una evaluación compartida por otros participantes en la cumbre. Israel niega vehementemente que esté cometiendo un genocidio y afirma que Hamás prolonga la guerra al no rendirse y liberar a los rehenes.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que Israel “también debería ser presionado económicamente, ya que la experiencia muestra que tales medidas dan resultados”.
Irán participa en la cumbre
Después de que Estados Unidos bombardeara instalaciones nucleares iraníes en junio, Irán atacó la base estadounidense de Al Udeid en Qatar, lo que enfureció a Qatar. No obstante, el presidente iraní Masoud Pezeshkian asistió a la reunión del lunes, donde instó a otras naciones a “aislar al agresor”.
Pezeshkian no habló del ataque iraní contra la base estadounidense en Qatar, pero sí mencionó la guerra de Israel contra Irán en junio. También advirtió que cualquier país de la región podría ser el siguiente.
“El ataque en Doha cambió muchos cálculos erróneos e ideas equivocadas”, señaló. “Mostró que ningún país árabe o musulmán está a salvo de la agresión del régimen en Tel Aviv. Mañana podría ser el turno de cualquier capital árabe o musulmana”.
Antes de la cumbre, los analistas sugirieron la posibilidad de cerrar el espacio aéreo a los vuelos israelíes o reducir los lazos con Israel. Sin embargo, en la declaración final de la reunión sólo se pidió a los Estados que “tomen todas las medidas legales y efectivas posibles para evitar que Israel continúe con sus acciones contra el pueblo palestino.”
El Consejo de Cooperación del Golfo, compuesto por seis naciones, entre las que están Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, celebró su propia reunión al margen de la cumbre. Sus miembros decidieron tomar medidas “para activar los mecanismos de defensa conjunta y las capacidades de disuasión del Golfo”, afirmaron en un comunicado, sin dar más detalles.
Qatar ha sido clave en las conversaciones entre Israel y Hamás
Qatar, una nación rica en energéticos de la península Arábiga que en 2022 fue sede de la Copa Mundial de la FIFA, ha servido desde hace tiempo como intermediaria en conflictos. Durante años, ha albergado a los líderes políticos de Hamás por solicitud de Estados Unidos, proporcionando un canal para que Israel negocie con el grupo armado que ha gobernado Gaza durante años.
Sin embargo, a medida que se intensificaba la guerra entre Israel y Hamás, Qatar ha sido criticado cada vez más por los partidarios de la línea dura del gobierno de Netanyahu. El primer ministro israelí ha jurado acabar con todos aquellos que organizaron el ataque encabezado por Hamás contra Israel en 2023, y desde el ataque de la semana pasada, Netanyahu ha afirmado que Qatar sigue siendo un posible objetivo si sigue albergando a los líderes de la milicia palestina.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, estuvo el lunes en Israel, donde se reunió con Netanyahu y otros funcionarios israelíes y expresó la preocupación de Estados Unidos por el ataque de Israel en Qatar y por los planes israelíes de realizar una nueva ofensiva en la Ciudad de Gaza. Rubio planeaba realizar una visita rápida a Qatar.
Rubio se negó a hablar del ataque israelí en Qatar cuando habló con los periodistas en Jerusalén, pero dijo que Estados Unidos deseaba trabajar con todos sus socios en la región para detener a Hamás y alcanzar un cese al fuego.
“Seguiremos alentando a Qatar para que desempeñe una función constructiva a ese respecto”, señaló Rubio.
Netanyahu añadió nuevamente que la decisión de Israel de atacar a Qatar “fue una decisión tomada por nosotros de forma totalmente independiente”.
El primer ministro israelí enfrenta una creciente presión del público para finalizar la guerra y llevar a casa a los 48 rehenes que aún están retenidos en Gaza, 20 de los cuales se cree que siguen con vida.
El ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023 provocó la muerte de cerca de 1.200 personas, principalmente civiles, mientras que cerca de 251 fueron tomadas como cautivos.
La ofensiva israelí en Gaza ha matado a más de 64.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles. El organismo afirma que cerca de la mitad de los fallecidos son mujeres y niños.
El ministerio forma parte del gobierno encabezado por Hamás y está integrado por profesionales médicos. Las Naciones Unidas y expertos independientes consideran estas cifras como las más confiables con respecto a las víctimas de guerra. Israel las pone en duda, pero no ha proporcionado las suyas propias.